jueves, 2 de octubre de 2014

Discurso de Graduación de Enfermeria

Buenas Noches:
Distinguidas  autoridades, profesores, padres  de familia, familiares y estimados compañeros.
Me  es  grato dirigirme  a  ustedes  como representante de la Promoción 2014-I de la Carrera Profesional de Enfermería.
Hoy se marca el fin y el inicio de una  importante etapa  en  nuestras vidas. No está  demás  mencionar los sentimientos  encontrados que  muchos van  experimentando y  que experimentarán  en  el transcurso de esta graduación. Muchos  de nosotros estaremos alegres ya que al fin llegamos!!…..a concretar el anhelado sueño que -con sacrificio y perseverancia- alcanzamos. Sin embargo, también nos inundará la tristeza, ya que dejaremos esta casa, nuestra casa, nuestra alma  mater, que nos vio surgir desde nuestros inicios, es aquí donde conocimos a quienes fueron nuestros compañeros y ahora…  nuestros colegas. Esta casa nuestra no solo nos dio conocimiento y destrezas; nos entregó también valores y principios humanísticos.
Estimados colegas, son tiempos nuevos: tiempo de retos, tiempo de  llegar  A SER MEJORES. Recuerden que cada quien es arquitecto de su porvenir, mas no  de su destino. Nosotros  elegimos lo  que  queremos  ser y  hasta  donde llegar, porque “Hay  una fuerza motriz más poderosa  que el vapor, la electricidad y la  energía atómica: la voluntad” (palabras  de Albert Einstein). Si no, recordemos el Poema del Dr. Christian Barnard:
“Si piensas que estás vencido lo estás
Si piensas  que no te  atreves, no lo harás
Si piensas que te gustaría  ganar pero no puedes, no lo lograrás
Si piensas que perderás, ya  has perdido
Porque en el mundo encontrarás
Que el éxito comienza con la voluntad del hombre (…)”  

Hoy nos despedimos de nuestra  casa, para  iniciar la gran aventura del mundo profesional, en pos de manifestar nuestras habilidades y destrezas,  aquellas  que  fueron forjadas por nuestros maestros a través de las experiencias de estos últimos 5 años. En este tiempo aprendimos el significado  de  la verdadera unión, del compañerismo, el espíritu de servicio, la vocación de ayudar y el amor por nuestra profesión. Algunos ya le teníamos este amor desde antes de iniciar este recorrido, otros lo descubrieron  en el camino . Sea cual sea el caso estamos Orgullosos de  haber elegido nuestra carrera  sobre  cualquier otra. Es  por  esto que hoy no solo nos graduamos como un logro, sino que también es un premio a nuestro esfuerzo y al acompañamiento de nuestras familias.

A lo largo  de  estos  años Dios  puso  en  nuestro camino  personas difícil de olvidar, las cuales dejaron huella en cada uno de nuestros  corazones. Es  por  ello que no podría  culminar este discurso  sin antes brindar nuestro más elevado y afectuoso agradecimiento.

Agradezcamos a Dios por guiar cada uno de nuestros pasos, por  hacernos  herramienta  de su ministerio y permitirnos  estar presentes  en este día.

Agradezcamos a nuestras familias, por entendernos, apoyarnos, brindarnos  el apoyo  emocional, POR  haber hecho  factible  estudiar  en esta  universidad y es más, ….por esas tacitas de café que nos hacían llegar  cuando  notaban que el cansancio estaba a punto de doblegarnos.

A nuestros  padrinos, que  aceptaron ser parte  de nuestra promoción, y que comparten esta misma  emoción.

A nuestros Tutores y Docentes, por impartirnos clases magistrales, enseñarnos con dedicación y  motivarnos  a ser  grandes,  como la pionera Florence Nightingale y sus sucesoras, por brindarnos seguridad  en nuestra primera colocación de vía periférica en una vena, por confiar y permitirnos  estar frente a una clase con alumnos llenos de curiosidad.



Agradezco a ustedes, mis compañeros, por ser parte de este camino, de  esta  graduación, de compartir esas interminables horas frente a un libro o un computador, por preocuparse los unos por los otros, por ese miedo compartido  al llegar por primera vez al hospital, en donde solo sabíamos  tomar signos vitales y que posteriormente, en el trascurrir de los años, como internos, fuimos  capaces de velar por  el cuidado integral de nuestros  pacientes. Definitivamente, nuestros días en la UCSS han sido un gran acontecimiento en nuestras vidas.
Valieron de mucho esas guardias  nocturnas, porque nos dejaban actuar como verdaderos profesionales. Recordemos que “Nuestra recompensa  se  encuentra en el esfuerzo y no en el  resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa” (Gandhi).
Que  Dios les bendiga y que la Paz esté por siempre con ustedes. No olvidemos que “la paz comienza con una sonrisa” (Madre Teresa de Calcuta).
Gracias UCSS!
Gracias a ustedes!